Los gamorreanos son criaturas porcinas de piel verdosa, famosas por su gran fuerza y su salvaje brutalidad. Un macho maduro mide aproximadamente 1,80 metros y puede pesar más de 100 kilos; los gamorreanos tienen hocico, quijadas, pequeños cuernos y colmillos de aspecto porcino. Su fuerza bruta y su retraso cultural hacen de ellos perfectos mercenarios y trabajadores serviles.
Los gamorreanos entienden la mayoría de las lenguas alienígenas, pero la estructura de su aparato vocal impide que puedan hablar claramente en cualquier lengua que no sea la suya nativa. Para cualquier raza que no está familiarizada con esta lengua, el gamorrés parece una sarta de gruñidos y chillidos. Pero de hecho se trata de una compleja y diversa forma de forma de comunicación muy adecuada para sus creadores porcinos.
Gamorr es un planeta agradable con un terreno variado que va desde llanos helados a bosques de hoja caduca. Pero, a pesar de la agradable ecología, la historia gamorreana está singularmente marcada por guerras constantes. Sencillamente a los gamorreanos les encanta aporrear, cortar y acuchillar.
En la cultura gamorreana las hembras realizan todo el trabajo productivo. Cultivan, cazan, tejen, fabrican armas y llevan los negocios. Los machos se pasan todo el tiempo en la guerra o entrenándose para ella.

Los machos gamorreanos se entrenan en las artes de la guerra y el armamento desde que nacen. Su cultura y herencia les deja poca elección. Disfrutan con las masacres y la violencia y cada primavera salen a saquear los hogares de otros clanes y traen de regreso lo que han saqueado para disfrute de sus hembras. Los machos que demuestran ser valerosos consiguen más prestigio y la posibilidad de elección de pareja. Los que no, generalmente mueren por "selección natural".
Los gamorreanos trabajarán para cualquiera, si el dinero es bueno y el trabajo les gusta. Sirven felizmente como esclavos si el trabajo implica muchos combates. Un problema con el empleo de gamorreanos son sus prácticas contractuales; los gamorreanos no consideran que un trato sea vinculante si no está sellado con sangre. Además, los señores de la guerra tradicionalmente ponen a prueba el temple de un recluta obligándole a luchar por su posición. Por eso, cuando un forastero busca empleados gamorreanos, se espera de él que proporcione una prueba. Para tener un trato fuertemente vinculante, el empleador en potencia debería él mismo poner a prueba al gamorreano. La actitud del gamorreano es sencilla: si un forastero no puede derrotar a su mercenario, no vale la pena trabajar para él. Esta maquinas porcinas de luchar respetan de verdad una buena paliza.

El Imperio utiliza gamorreanos como trabajadores esclavos y muchos gobiernos independientes, agencias privadas y organizaciones clandestinas los utilizan como guardianes y soldados. No son particularmente útiles para la Rebelión, ya que los gamorreanos tienden a disparar así que se presenta la primera oportunidad... y luego siguen disparando.
Entre los mas famosos de esta especie se encuentran la guardia de Jabba, y Voort "Piggy"
"Piggy" fue uno de los no humanos en quienes el Imperio realizó experimentos, en particular como parte del Proyecto Chubar del Señor de la Guerra Zsinj. La meta era mejorar la inteligencia de ciertas razas no humanas de la galaxia. Se observó una tendencia notable entre los sujetos del Proyecto a suicidarse antes de poder ser usados para maquinaciones imperiales. Cuando el doctor Tuzin Gast, preocupado por sus criaturas, preparó una importante explosión en sus laboratorios, Voort tuvo una oportunidad y escapó del control imperial para unirse a la Alianza. Habiendo alcanzado una base rebelde, expresó su deseo de ser piloto. Se convirtió en uno de los primeros miembros del Escuadrón Espectro y recibió el apodo de "Piggy". Despues ayudaria a mantener la republica.
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