
Tras una meteórica carrera Zam fue ascendida al cargo oficial y más tarde al de guardaespaldas para ejecutivos pero el salario era mísero y la inquieta cambiante terminó dejando la oficina de seguridad para convertirse en cazarrecompensas profesional.
Una de sus primeras misiones fue capturar a Bendix Fust, un contrabandista que era buscado por Sebolto, el señor del crimen Malastarian. Bendix estaba cautivo en le mundo prisión Oovo IV pero eso no impidió que Wesell intentase capturarlo y aunque estuvo apunto de conseguirlo la aparición de Jango Fett dio al traste con sus planes. El destino había querido que ambos eligiesen el mismo objetivo y al verse atrapados tuvieron que colaborar para conseguir huir del mundo prisión.
Después de que Fust fuese entregado a Sebolto Fett y Wesell continuaron colaborando en diversas misiones hasta que estando en Tatooine Zam se vio acosada por Gardulla el Hutt y para salvar su vida tuvo traicionar a Jango. Fett estaba condenado a una muerte segura pero consiguió darle la vuelta a la situación y como pago por su traición partió del planeta dejando a Zam en los calabozos de Gardulla.
De algún modo Zam consiguió escapar y siguió el rastro de Jango hasta las lunas de Bogen, el cuartel del Bando Gora. Fett había sido capturado por Komari Vosa, un antiguo Jedi que lideraba ese grupo criminal, e iba a ser ejecutado. Zam no podía permitirlo y entró en acción salvando a su antiguo compañero. Desde ese día ambos consideraron que sus deudas estaban saldadas y aunque olvidaron sus mutuas traiciones decidieron volver a actuar en solitario.
Cuando años más tarde el Conde Dooku decidió atender la petición del virrey Nute Gurnay para que Padmé Amidala fuese asesinada y asignó el trabajo a Jango Fett este decidió contactar con su antigua compañera. El conde había dejado muy claro que no quería que Fett comprometiese su trabajo en Kamino y por eso aunque Jango supervisó el trabajo, se lo asignó a Zam.
El primer intento de asesinato se realizó colocando cargas explosivas en la nave de la senadora y aunque la explosión acabó con la vida de siete personas, entre ellas una de sus ayudantes-señuelo llamada Crodé, Amidala salió indemne.
La reputación de ambos estaba en juego y Fett no quería un nuevo fracaso de modo que optaron por acabar con la senadora en su propio dormitorio. Para lograrlo Fett entregó a Wesell dos kouhuns (multípodos venenosos) que ella se ocupó de cargar en un androide ASN-21. El androide voló hasta la ventana del dormitorio y tras cortar el cristal dejó que su venenosa carga entrase en la estancia, pero fracaso por la actuacion de dos jedis.
Estos intentaron interrogarla, pero desde la distancia, Fett la asesino.
Zam tenía 30 años estándar, había vivido una vida muy intensa y se había ganado un pequeño hueco en la historia de los cazarrecompensas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario