
Uno de los motivos es una especie nativa, los kowakianos a veces llamados los monolagartos kowakianos. Se trata de un reptil de setenta centímetros de altura media.
Se considera habitualmente que los kowakianos tienen aspecto tonto. Sus orejas son largas, flexibles y blandas, sus narices parecen picos, y tienen pequeños ojos amarillos. Cada mano y cada pie tiene tres dedos. En un detalle curioso para los reptiles, muestran una gorguera de vello alrededor de su cuello.

A su vez, los kowakianos son depredadores, aunque se alimentan sólo de presas pequeñas. Básicamente, comen insectos, gusanos y pequeños roedores. Sin embargo, sus cuerpos son muy enérgicos y consumen muchas calorías, por lo cual los kowakianos necesitan comer mucho.
Los kowakianos son seres juguetones que viven principalmente en nidos hechos en los árboles. Les gusta balancearse de rama en rama sin realizar un esfuerzo físico extremo.

Pero lo son. Contrariamente a la creencia popular, los kowakianos son personas. Más aún, tienen desarrollado un gran sentido del humor. Pueden aprender a hablar en muchos idiomas, pero sólo se comunican cuando lo desean. Prefieren recurrir a la imitación cuando se encuentran con extraños, tanto oral como mímica.
Pese a ser inteligentes, definitivamente no están desarrollados.
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