
Los wampas son primates de más de 2.20 metros de altura (tres metros no suele ser exagerado, aunque se ha hablado de casos de cuatro metros). Están cubiertos de un vello blanco (a menudo más sucio de lo debido) que les proporciona un muy útil camuflaje en la nieve; apenas les delatan las inmensas zarpas de largas garras afiladas como cuchillas. Los ojos amarillos de un wampa son demasiado pequeños para destacar realmente.
Los wampas adultos también poseen unos cuernos curvos que se hacen cada vez más grandes con la edad. Estas astas no aparecen en las crías.
Existe la teoría de que el wampa es un pariente lejano del trompa, un depredador de tres metros nativo de planetas boscosos, pero aparte de cierta similitud superficial, no se ha observado nada decisivo.
Existen varias características especiales de un wampa que no aparecen a simple vista: En primer lugar, el olor que desprende un wampa es increíblemente sutil, para que su presa no pueda detectarlo; añadido a esto está el agudo sentido del olfato del wampa para encontrar él a su presa. Además, están tan adaptados para conservar el calor que no aparecen en la mayoría de los sensores de formas de vida.
Algunos dicen que los wampas son sensibles a ciertos sonidos, como los pitidos de un droide astromecánico. Esto no ha sido verificado, pero podría ser interesante descubrir alguna debilidad en una criatura como los wampas.
El wampa es en principio un cazador solitario, y uno extremadamente inteligente además. Aprovechan su vello de camuflaje, su olfato y su capacidad para ponerse en la cima de la cadena alimenticia de Hoth. El aullido del viento les ayuda a mantenerse ocultos mientras se acercan.
Debido al interés que tiene el comportamiento de un wampa como depredador, se ha estudiado en detalle su comportamiento. Sabemos que cada wampa individual tiene un gran territorio personal, de más de cien kilómetros, que debe recorrer en busca de su presa. Según algunos expertos, este territorio es una cordillera y el wampa la defenderá con zarpas y dientes si la ve invadida. Un wampa es un rival capaz para cualquier cosa menos peligrosa que un rancor.
La abundancia de su territorio personal, sin embargo, no les asegura una gran cantidad de presas. Los wampas son conscientes de lo difícil que es obtener carne fresca en un entorno como el suyo (Respecto al agua, los wampas han conseguido encontrar manantiales calientes que expulsan periódicamente agua). Por eso, nunca cazan cuando tienen hambre. A veces le rompen el cuello a su presa al atacarla (No suelen necesitar dos golpes para ello), pero prefieren incapacitarla y dejarla con vida, puesto que prefieren la carne fresca. Llevan entonces a su presa, sea o no un tauntaun, hasta su habitáculo personal, una cueva tallada en hielo, donde cuelgan a su presa del techo para que no pueda escapar, y esperan a tener hambre. Utilizan su aliento caliente y su saliva para fundir el hielo lo bastante para colgar a la presa. A veces, los wampas empalan a criaturas grandes, como los tantauns, sobre estalagmitas de hielo, perforándoles hasta los huesos del tobillo.
Estas grutas sólo sirven para almacenar comida, comer, dormir y protegerse de las peores tormentas, puesto que un wampa se pasa la mayor parte de su tiempo recorriendo su territorio en busca de comida. Normalmente, un wampa no comparte su gruta con nadie, ni siquiera con sus crías o su pareja.
La gruta de un wampa, según aquéllos que han logrado salir de una, está llena de manchas de sangre y huesos de sus presas. Algunos cuentan historias de esqueletos humanoides congelados, aunque lo habitual es que el relato de alguien que ha estado dentro de una gruta de wampa no sea demasiado fiable por causa del probable shock que tendrá el superviviente.
Los hechos, sin embargo, incluyen varios precedentes de wampas atacando humanos y otros alienígenas inteligentes. Excelentes depredadores, los wampas son capaces de aventurarse en zonas muy protegidas para asesinar a una víctima y llevársela, generando confusión y miedo entre los supervivientes. Más tarde, el wampa vuelve para atacar nuevamente. Este comportamiento ha valido al wampa la clasificación de "semi-inteligente".

Es muy extraño que un wampa quiera reunirse con otros; resulta más habitual que un wampa ataque a otro si se mete en su terreno de caza (y estos combates suelen acabar con una muerte). Sin embargo, cuando un wampa es herido o detecta una amenaza para la población local de wampas, habitualmente un asentamiento humano, se genera una manada que, durante el resto del tiempo, simplemente no existe. La manada de wampas demostrará astucia explorando la ubicación y fuerza de sus enemigos antes de formular un ataque, e incluso trabajarán en equipo. Ahora bien: La diferencia evidente entre este comportamiento y la caza es que esto no es caza, sino que los wampas se sienten amenazados, y por tanto presas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario